Tenemos 300.000 funcionarios más de lo que creíamos…..
Una de las solicitudes de Bruselas como parte de la reforma de la Administración a la que el Gobierno se ha comprometido dentro del Plan de Recuperación, es la la información exacta de los empleados públicos que tiene España.
Y cual ha sido la sorpresa ya que, una vez se han contados, resulta que tenemos 300.000 funcionarios más de los que creíamos: en España contamos con más de 3 millones de trabajadores públicos, lo que supone la cifra más alta jamás registrada a lo largo de toda su historia.
Y no es que sean datos inventados, sino que han sido presentados hace unos días por el Boletín Estadístico de Personal al Servicio de las Administraciones Públicas, considerado el documento más fiable sobre la composición de las plantillas.
En este nuevo recuento, es la primera vez que se incluyen a los trabajadores públicos con contratos de menos de seis meses y al personal que está en formación entre julio de 2022 y enero de 2023. Y es dentro del sector público de las comunidades autónomas donde se produce un mayor incremento.
Pero mayor sorpresa, el Instituto Nacional de Estadísticas incida que realmente son 3,5 millones los españoles que son funcionarios públicos, lo que subiría de 300.000 a medio millón, los funcionarios que no teníamos contados.
La mayor temporalidad de estos funcionarios está dentro del sector sanitario dentro de las comunidades autónomas.
Con las sucesivas ofertas de empleo público que ha aprobado el gobierno de Pedro Sánchez el resultado es que desde la llegada del presidente a la Moncloa se ha producido un incremento de casi 400.000 funcionarios, 100.000 de los cuales llegan de las sucesivas ofertas de empleo.
Lo que es muy triste es que los sindicatos insisten en que hay que contratar todavía más personal y que hay que convertir en funcionarios al personal contratado.
La distribución de la población activa en España
Por definición, el funcionario no produce riqueza, es un peso muerto económico que es costeado por el conjunto de los ciudadanos en la medida en que se supone que cubre unas funciones necesarias aunque no creen ingresos.
Solo un 52,3% de los españoles trabajan, lo que es una cifra que está varios puntos por debajo del resto de naciones de la OCDE A esto se le une que no menos del 12% de los españoles se encuentra desempleado.
De los que trabajan solo 17,8 millones lo hacen en el sector privado y por lo tanto crean riqueza en mayor o menor medida para mantener el costoso y ineficaz aparato del Estado y las Comunidades Autónomas. No trabajan 31,5 millones de habitantes.
Todo esto muestra que cada español que trabaja en el sector privado debe mantener a dos españoles aparte de asimismo. Los 17,8 millones mantienen a 10,1 millones de pensionistas a casi 3 millones de desempleados a más de 3 millones de empleados públicos y, como no, a no menos de 90.000 políticos profesionales no precisamente caracterizados por su competencia.
Hablando claro y para que nos entendamos: cada español sostiene a alguien que depende de los fondos públicos a la vez que tiene que mantenerse él y su familia. De ahí es el que lo que cobren los españoles durante los 7-8 primeros meses del año se los lleve el sector público en impuestos.
Sanidad: valorada como muy deficiente el servicio por gran parte de los españoles.
Justicia: más del 80% de los españoles la considera vergonzosa.
Educación: los resultados del último estudio PISA nos han dejado rozando el nivel de los países subdesarrollados.
AA.PP. en gestión de atención al ciudadano, pésima y de excesiva burocracia.
Conclusión, no se están aumentando el número de funcionarios eficientes, sino que se prefiere crear pesebres, sacos de votos, donde todos los paridos políticos intentan colocar a amiguetes.