Hoy me siento artístico y como decía Loquillo en aquella antológica canción ‘Cuando fuimos los mejores….’, creo que sería interesante hacer esta entrada, que como las películas de las 15.30, está ‘basada en hechos reales’, y que me sirve de especie de continuación a la entrada que hice ayer sobre los JASP y los MASP y también a la hecha hace un par de días sobre la dualidad Networking vs enchufe.
Tras la historia que os voy a contar os dejo una serie de reflexiones que me gustaría que analizáseis más que la propia historia en sí.
El resultado de ellas es un claro ejemplo del mercado laboral en este país, y explican el porque estamos en el ranking de la OCDE de país número 206 de un total de 210 en el apartado de ‘lucha contra la corrupción’ y de 200 sobre 210 en el ranking de ‘exceso de burocratización de le empresa pública’.
Como se suele decir por Galicia, ‘el palleiro non se fai sin palla’ (el pajar no se hace sin paja).
Y luego vendrán estos señores con que se debe subir el sueldo a los funiconarios……
La culpa no es de ellos, sino de quien se lo permite.
(Los nombres por supuestos son inventados aunque la historia no).
Juan está buscando trabajo. Tarea complicada en estos tiempos. Es lo que definíamos ayer como un MASP, Maduro aunque sobradamente preparado. Licenciado y con algo más…. y con más de 12 años de experiencia laboral.
Un día ojeando las ofertas de empleo ve que se va a proceder a un concurso público para dos plazas de nivel administrativo en un ente público y subvencionado (como casi toso lo público en este país por desgracia). Se realizará una evaluación de méritos y una posterior entrevista. Candidatos presentados: alrededor de 20.
Sabe que su perfil laboral tanto en experiencia y en formación es superior al exigido, pero eso en principio no debería de importar y más cuando la remuneración está fijada en la convocatoria, con lo cual todo el que se inscriba en el proceso sabe y acepta las condiciones económicas.
Juan es llamado a la entrevista. 2 miembros del INEM, 2 miembros del Ministerio correspondiente y uno del ente público que demanda las plazas son los que tienen derecho a voto. Además hay dos personas más que trabajan en el ente público que están presentes pero no tienen derecho a voto.
Primier día de entrevistas: 20 minutos por candidato. Juan va el segundo día, cuando las entrevistas son de 5 minutos por candidato, aunque en el tablón de anuncios pone que serán de 20 minutos.
La entrevista dura exactamente eso, 5 minutos. Le realizan tres preguntas que no vienen a cuento:
-¿Cómo se enteró de la oferta?
-¿Si nococe la remuneración del puesto?
-¿Y si considera importante el trabajo en equipo?A Juan la cosa le huele mal.
Juan da la casualidad que conoce a uno de los que está en la entrevista. Es lo que se le puede definir como un ‘Networking‘.
Y sus presagios se cumplen. Las dos plazas son cubiertas sin contar con su candidatura.
Puede que hubiese perfiles similares al de Juan, pero difícilmente los había mejores.
El ‘Networking‘ habla con Juan y le dice: ‘Nada más salir por la puerta uno de los del INEM (ojo a lo que digo, que es una empresa en la que este señor le pagamos todos los espñaoles el sueldo) dijo: Este es un claro ejemplo de alguien al que no debemos de contratar’. La justificación que esgrimió es que era la persona mejor preparada de los candidatos presentados y por ese motivo podía buscar otra cosa e irse.
Las plazas se concedieron a un familiar directo del alcalde del pueblo y a una persona conocida que era del pueblo de al lado (mejor en este país el enchufe que el Networking, ¡¡comprobado!!).
Juan, como Loquillo se consuela con la canción ‘Cuando fuimos los mejores…’.
Vamos a hacernos unas series de reflexiones que espero que me comentéis:
a) Un empleado público, con sueldo pagado por el Estado y por ende por todos los ciudadanos, decide eliminar a un candidato pese a reconocer que es el mejor preparado para el puesto. ¿Es esto normal? ¿Es una consecuencia del sistema y del mercado laboral en el que estamos y por eso somos el país con peor productividad de Europa? ¿Está el mercado laboral condicionado por quienes deciden que no están preparados para ello?
b) Pese a que el candidato acepta las condiciones económicas, que suponen una menor retribución a su formación y experiencia, ¿fue considerado esto como algo positivo en el proceso de selección? ¿Vale de algo adaptarse al mercado laboral existente o no?
c) ¿Funciona en este país más el Networking o el enchufe?
Me gustaría encarecidamente me dieséis opiniones, porque me consta que Juan lee este blog y puede que esté interesado en ellas ya que ante futuros procesos de selección, puede que le ayuden, y no sólo a él, sino también a todo aquel que está buscando trabajo.
Hace algunos años que estoy compartiendo el perfil de tu amigo Juan. en cuanto a edad y formación Una vez estuve en el paro y para cobrar la prestación tuve que cumplimentar un mamotreto de documentación cuyo objeto aparente era conocer mis capacidades y por tanto, segmentar las ofertas de empleo que recibiera que, en seis meses que duró esta situación fueron ninguna.
En ese mismo periodo contesté algunos anuncios de selección. Cuando me hacían las primeras entrevistas telefónicas lo que más les parecía interesarles era mi edad, no mi experiencia ni mi formación. No tuve ninguna segunda entrevista.
¿Cómo no voy a comprender a Juan?
Ahora pasados los años, tengo amigos (como todos) que están en el paro, muchos de ellos en edad delicada. El INEM en lo que parece que están muy interesados con estos colectivos es en el reciclaje profesional. A uno de ellos le «recomendaron» (léase obligaron) a hacer un curso de Excel. Da la casualidad que él era controller en su anterior empleo y que maneja Excel con macros y todo desde los tiempos de Windows 95. Tampoco ha recibido hasta el momento ninguna oferta de empleo.
¿Crees que eso es porque alguno más enchufado que él le ha tomado el puesto de trabajo?
No podemos confundir los síntomas con las causas. Las habilidades del INEM puede que sean muchas, pero no la de ofrecer trabajo a quien lo necesita y mucho menos para el que está cualificado.
Un saludo.
Buenas Josep Julián.
Te tengo que dar la parte de razón que te toca (que es mucha) y quitártela en parte (jejeje!!!).
Que el INEM no es un centro de colocación es un hecho. Se dice que colocan sobre el 2% de los inscritos en sus oficinas.
Que no saben reciclar a los perfiles y menos a los que tienen formación, está clarísimo también.
Pero en este caso en especial es distinto ya que se trata de un puesto público el que se seleccionaba con fondos públicos y desde un pusto de vista ético, ya no digo más que eso, lo menos que se debería es seleccionar al mejor candidato posible.
Por lo menos la actitud es moralmente reprobable.
La deducción que obtengo en este caso, que no tiene porque ser extrapolable, es que primó el enchufe y la mediocridad, frente al saber hacer y el conocimiento.
Lo que más me sorprende es lo que te comento de que a fin de cuentas es un puesto público, temporal pero público y no se han mirado por los intereses del ente, sno por el amiguismo.
Si lo hace una empresa privada es reprobable pero a la vez frecuente y comprensible. Si lo hace la empresa pública ya no es tan comprensible.
Un saludo
Amigo José Luis:
Entiendo tu indignación, pero ahora te pido que cojas un poco de distancia emocional de los hechos que describes.
Si el escogido para el puesto reunía las características necesarias (no digo mejores) nadie puede echarle en cara a los del INEM que su elección se debiera al enchufismo. No me entiendas mal, seguro que pasaron las cosas como dices, pero no es reprobable porque la ley no dice cómo puntúan los candidatos a un puesto de trabajo si no es a través de un concurso público y ese no era el caso. Para el del INEM y para su jefe y para el ministro de Trabajo, lo único que cuenta es que uno que estaba en el paro ahora tiene trabajo. Que además es hijo de alcalde, vale, pero es que todos somos iguales ante la ley y por desgracia y hasta ahí, eso es incuestionable.
Añadamos que Juan es amigo tuyo y conoces bien su preparación, que la entrevista era un bodrio de entrevista, que da la sensación de que la decisión estaba tomada de antemano, que ya es casualidad que el escogido era quien era, lo que quieras, pero si cumplía los requisitos, se cumplía la ley. Otra cosa es que la ley esté mal hecha.
Un saludo y muchas gracias por tu comentario.
Buenas amigo.
No creas que me indigna la situación en sí por ser ilegal (porque pasa en todos los estamentos públicos). Lo que me parece es moralmente reprobable dado que un funcionario público debe de mirar por que se de el mejor servicio posible. No quiero decir que no sea legal, que puede que lo sea, pero si es cuando menos antiprofesional.
Yo he realizado alguna vez procesos de selección y nunca he prescindido de un buen candidatio. Cuando informaba a mi cliente le daba mis opciones y le comentaba los pros y los contras, pero no lo descartaba de antemano.
En esta situación pasan dos cosas distintas:
1ª La actuación de un funcionario en su cargo: puede que legal pero moralmente inapropiada.
2ª El echufismo como medio de colocación: perfectamente pubible. ( de hecho, te lo digo porque me enseñó Juan la instancia y se puntuaban los méritos y me da la sensación de que las elegidas (cosa que el networking le confirmó luego a Juán) no alcanzaban ni por asomo su baremación).
Es la dualidad entre suficiente y necesario. En este caso ¿cumplian los requisitos necesarios los candidatos? Si. Pero ¿las elegidas poseían los conocimientos y experiencia suficiente que Juan podía aportar? No.
Se ha ido a un criterio de suficiencia y no de productividad. Por eso es a lo que me refiero yo que esta forma de actuar en un funcionario público es reprobable, legal, pero reprobable.
No lo desaprendas, 😉 (jejejejej!!!)
Un abrazo amigo
Buenas amigo.
Es un tema complejo y a la vez preocupante, dado que si esta forma de actuar está generalizada nos encontramos con una forma de premiar lo justo y necesario para cubrir un puesto sin aspirar a tener lo mejor.
Moralmente el seleccionador debe, o por lo menos yo me sentiría, frustrado por saber que el mejor candidato presentado no está en el puesto y que lo han ocupado ‘otras’ candidaturas que, cumpliendo los requisitos suficientes no son las mejoras.
Esto es lo que me preocupa, la dejadez de funciones y la visión por el interés público, ya que como funiconario que cobra de los impuestos de los españoles debe de mirar por lo mejor para ellos, cosa que no ocurre.
En la empresa privada lo que se debe de mirar es para quien le paga, por lo tanto queda ciscunscrito a un universo más reducido de responsabilidades, pero en este caso no.
Un saludo
Lo primero de todo, felicidades por el blog.
Sobre el caso que comentas, y como conocedor de la gestión de la mayoria de políticas activas de empleo que se desarrolan en mi comunidad autónoma, en ete caso yo no hablaria de enchufismo.
En la actualidad en Castilla la Mancha son muchas las lineas de subvenciones que ponen la última palabra de la selección en las entidades locales. El funcionario de turno que acude a la selección sabe muchas veces que hay candidatos mejores de otras localidades, pero no quiere compicarse la vida con el ayto. En nuestro actual sistema «democrático», el peso de una contratación del hijo de… supone perder o ganar los votos de todos los miembros de una unidad familiar, eso sin hablar de que hace un técnico que no es del pueblo trabajando en el ayuntamiento…
Más que enchufismo, se juntan varias cosas, desidia, dejación, poca amplitud de miras…
Buenas amigo Ignacio y gracias por tus palabras.
Puede que tengas mucha razón, más que enchufismo lo que se desprende es desisdia o dejadez en las funciones. La de ‘Pilatos’ y lavarse las manos dejando que sean personas de la zona las que tomen la decisión final es lo que parece que ocurrió en este caso.
Sólo hay una cosa que si no me parece correcta, y es el hecho de la frase que dijo nada más salir Juan: ?Este es un claro ejemplo de a quien no debemos contratar’, con lo cual la candidatura de Juan estab condenada desde el inicio.
En mi opinión, si hubiese sólo desidia, no habría opinado. Por lo tanto un alto porcentaje de su actuación es reprobable por desidia y otro porcentaje por, llamémosle ‘tráfico de influencias’, jejeje!!!
Un saludo amigo