No son infalibles, pero si contribuyen a que un jefe dentro de su organización pueda convertirse en buen líder o, cuando menos, empezar a serlo.
Son frases, actos, aptitudes frente a los demás que son muy valoradas por su equipo y que arrancan un verdadero compromiso en quien las ve o las oye y lo mejor de todo, es que no cuesta nada hacerlas.
Estas cosas cambian la vida de muchos miembros de la organización e incluso la del propio jefe. Entonces, si realmente no nos cuestan económicamente nada y tampoco ningún esfuerzo, ¿por qué no hacerlas más a menudo hasta convertirlas en algo habitual?
Ya que debes dirigir a un grupo humano, lo mejor es que seas tan humano como ellos y creo que las siguientes cosas pueden ayudar a ello en gran medida:
1º Decir lo que se está pensando. El ser jefe no implica que se sea superior mentalmente a los subordinados. El compartir con ellos lo que se está pensando lo convierte en uno más del equipo, más humano y, sobre todo, más generador de confianza.
2º Reconocer errores. Errar es de humanos y el reconocerlo más aún. ¿Qué mejor cosa para un subordinado que el ver que el jefe también puede cometer errores? Reconocerlo no es una merma de poder frente al grupo como se creen la mayoría de los jefecillos, sino que es justamente lo contrario.
3º Además de reconocer errores, lo suyo es disculparse cuando sea necesario. A nadie un ‘lo siento’ le hace daño y el que lo recibe probablemente vea en ello una forma de compartir cosas y que es de confianza el jefe.
4º Alabar lo que hacen bien los miembros de su equipo. De las cosas en esta vida que más felicidad producen a alguien es el que halaguen lo que hace y reconozcan su valía. Dentro de un equipo pasa lo mismo.El que el jefe haga un elogio al buen empleado es motivo suficiente para ganar su respeto.
5º Ser agradecido. A todos nos gusta en mayor o menor medida el ayudar a alguien, eso sí, esperamos un agradecimiento por ello. ¿Qué cuesta dar las gracias a los miembros de tu equipo si realmente las merecen? Es de las mejores formas para conseguir ‘piña’ en tu grupo.
6º Si humano es equivocarse, no menos humano es el pedir ayuda. El jefe que pide ayuda no se ‘rebaja’ como muchos creen sino que está involucrando a los miembros de su equipo y generando una asertividad que hará que el equipo tire en la misma dirección.
7º Viceversa, el líder pide ayuda cuando la necesita, no es una debilidad, pero también la debe dar en todo momento cuando se la pidan, Y ser ayuda efectiva no de palabra.
8º Cuando pides ayuda es por algo determinado, ¿y si pides a un miembro de tu equipo a que te enseñe a hacer algo? No solo le pides ayuda sino que le estás demostrando tus ganas de aprender para no volver a tener que pedirle ayuda en el futuro. El buen líder busca ese compromiso: ‘me enseñas y prometo esforzarme en aprender para no molestarte más.
9º No decir nada. A veces justo es el no decir nada un acto de buen líder. Mejor no decir nada a tener que dar una reprimenda en ‘caliente’. El buen líder no se deja llevar por las emociones y sabe cuándo y como decir las cosas. Puede que en ocasiones sea mejor no decir nada a decir algo inadecuado.
10º Demostrar aprecio por la otra persona, no solo en el trabajo, sino en todos los aspectos. El buen jefe se preocupa por el bienestar total de sus subordinados.
Buenos días, José Luis
Me quedo con «el líder pide ayuda cuando la necesita» y le demuestra a sus «subordinados» que valora lo que tienen que aportar al desarrollo del negocio y de la empresa.
¿Sabes cuántas veces he escuchado recientemente a jefes decirle a sus subordinados «búscate la vida»? Asi demuestran que ni les interesa ayudar, ni saben que hacer para ayudar, ni les interesa formar un equipo con sus colaboradores.
Te dejo un artículo que escribí con respecto a esto. Habla de naranjas. Espero que lo encuentres interesante como complemento a tu artículo de hoy 😀
http://www.joelpintoromero.com/2012/04/el-modelo-de-gestion-del-saco-de.html
Buenas amigo Joel.
Yo es que creo que estas ideas son necesarias para generar un buen líder y un buen equipo aunque puede que no sean suficientes. Lo que está claro es que son medidas ‘de cajón’ y malamente , como pones en tu ejemplo, si no hace de forma adecuada estas que dejo aquí se puede decir que sea buen líder. Son necesarias, ayudan, pero puede que no lleguen 🙂
Me paso por tu blog.
Un abrazo
Buenas amigo Josep, y gracias por pasarte.
Como bien dices, las cosas sencillas, en teoría, son las más fáciles de hacer, pero parece como que nos costase demasiado. Si estas cosillas o hábitos no somos capaces de ponerlas en el día a día en práctica, ¿para que grandes sesiones de coaching directivo? Muchas veces las cosas son más sencillas de lo que parecen 🙂
Un abrazo
Muy buen aporte. Personalmente considero que un buen lider es aquél que logra establecer un equilibrio entre confianza y respeto de sus empleados, asegurándose de esta forma de que el personal cumpla efectiva y responsablemente con las tareas encomendadas
Gracias por tu opinión amigo Luchas. Yo también creo que el ganarse el respeto y la confianza del grupo que diriges es fundamental. Sin eso nunca dirigirás , podrás mandar pero no liderar. Un saludo