Este post espero que de que hablar, pero que sea para bien, porque pese a que pretendo meter el dedo en el ojo en el ‘Reclutamiento 2.0’ (sólo un poquito eso si), va con un ánimo completamente constructivo.
Que las grandes consultoras y empresas están recurriendo a las redes sociales, dígase Facebook, Linked In, Xing,…., para obtener información de los perfiles de los candidatos es un hecho que además está en alza.
También es verdad que los procesos que suele realizar los reclutadores en estas herramientas son más de recopilación de información que de toma de decisiones (pero todo se andará).
Y es aquí donde voy a empezar un poco con la ‘crítica constructiva’. Si está el reclutador buscando información en las redes sociales acerca de un candidato, ¿obtiene la información con una carga de objetividad o puede perturbar esta recogida al subjetividad?
Espero que me hayáis entendido pero sino os lo explico con un ejemplo que me ha pasado hace dos días.
Un amigo y contacto en determinada red social entró en mi perfil que allí tengo y de forma automática le salió un mensaje de que José Luis del Campo Villares era amigo de ‘fulanito de tal’ y que si quería ser también contacto él de esa tercera persona.
Cual fue la sorpresa para mi amigo que este contacto mio fuese tal, ya que el lo conocía por otras actuaciones previas mutuas entre ellos y lo tenía en muy mala consideración (por decirlo de modo suave). Extrañado me manda un mail y me lo indica, a lo que le contesto que desconocía mucho el perfil de este contacto porque recibí un día una invitación de él para unirme a su red, me pareció de aquella que su perfil era correcto y acepté, pero que no había tenido contacto con él.
¡¡A lo que vamos que me pierdo!!
¿Qué habría ocurrido si en vez de ser mi amigo es un consultor o reclutador que está recogiendo información sobre mi persona y se encuentra entre mis contactos a alguien con el cual no tiene buena relación? ¿Se me prejuzgará o por lo contrario recopilará información de forma objetiva?
Por mucho que me diga que lo segundo, tengo clara una cosa, que si el reclutador me realizase una entrevista, a lo largo de ella intentaría sacar mi relación con ese contacto para el indeseable.
Por lo tanto, en esto de las redes sociales, ‘Yo soy yo y mis contactos’, parafraseando la famosa frase de Ortega y Gasset.
Y encuentro que esta es una gran pega en el reclutamiento 2.0, los prejuicios sobre los candidatos sin dar portunidad ni tan siquiera a dar una explicación o realizar un comentario al respecto.
Con esto no quiero decir que todos los reclutadores 2.0 prejuzguen las por las buenas. Pero decirme la verdad, si vosotros fueses el reclutador y en una situación como la anterior, ¿a que si decidís realizarme una entrevista con mi curriculum delante le habrías puesto un asterisco o una marca que indicase que yo soy ‘contacto‘ de fulanito de tal?
Y es que somos humanos y la curiosidad nos mata y nos encanta el tener opiniones antes de tener información suficiente para fundamentarlas.
Sólo pido una cosa: ‘Sres. Reclutadores 2.0, intenten ser lo más objetivos posibles y permitan siempre a un candidato dar su versión de los hechos’.
‘Yo soy yo y mis circunstancias’ pero lo que no soy ‘Yo soy yo y mis contactos’.
Artículo muy interesante .
Muchas gracias amigo Nandete.
Y esperemos que nos sirva a todos de reflexión. A unos para no fiarse de las pariencias y a otros no tener afán desmesurado por tener contactos y seguidores 🙂
Un saludo
Hola Jose Luis, me recuerdas a algo que me ha pasado hace poco. Fui citado para una entrevista por teléfono, y me pareció adecuado preguntar quién me iba a entrevistar o por quién tenía que preguntar al llegar. Tachán!! obtuve un nombre y dos apellidos y me dui directamente al Sr. Google.
A través del buscador pude averiguar datos sobre la persona que me iba a entrevistar, ya que aparecía varias veces en los primeros resultados e incluso pude ver parte de su curriculum.
Creo que este hecho no es de extrañar, ya que todos más o menos tenemos ya alguna presencia en las redes…pero lo que de verdad me hizo reflexionar es si de alguna manera con el 2.0 no estamos rompiendo, aunque sea en parte, ese desequilibrio existente entre entrevistador y entrevistado. ¿Pueden hacer las redes sociales que las entrevistas sean más demócráticas? ¿Beneficia sólo al entrevistador o también al entrevistado?
Un saludo,
Oliver
Buenos días José Luís,
Un ejemplo muy grafico de las consecuencias que pueden tener las redes profesionales y los contactos que tenemos en ellas.
Los reclutadores deben tener en cuenta el perfil, las competencias y las circunstancias de cada candidato. Un entrevistador debe tener claro que los contactos profesionales que uno tiene en la red no son amigos y que no quiere decir que con todos ellos el candidato este interactuando.
Un buen profesional debe ser objetivo para saber separar y no saber mezclar cosas que no tienen nada que ver. Muchos aplicarán el refranero español diciendo “dime con quien vas y te diré quien eres” sin embargo, esto es generalizar y no se debe hacer.
Los candidatos tanto en el 1.0 como en la nueva tendencia 2.0 deben ser seleccionados o descartados por lo que son ellos y no por otros factores secundarios que nada tienen que ver aquí.
Si esto no se hace las redes profesionales se estarán usando solo para sacar conclusiones precipitadas de los candidatos. Por ello, para conseguir que los reclutadores se centren solamente en tu candidatura deberás restringir el acceso a tus contactos o al menos planteártelo.
Saludos,
Juan
Buenas Juan.
Me ha hecho gracia lo de : «Los reclutadores deben tener en cuenta el perfil, las competencias y las circunstancias» , porque es el más puro estilo Ortega y Gasset 🙂 .Al fin y al cabo, los contactos son una circunstancia derivada de la visibilidad que cada uno tengamos en el 2.0
Cada dia que pasa estoy más convencido de que igual que las 2.0 son un oportunidad, mal empleadas son una penalización para los reclutadores. Mucho tiempo dedicado a ellas no será bien visto y la asusencia de ellas puede que a los reclutadores 2.0 tampoco.
Por lo tanto el equilibrio está en lo que cada uno considere obtener de estas herramientas y, a poder ser, realizar un uso segmentado de ellas, es decir, si lo que quiere es crear una imagen profesional, que se encargue de eso, pero si lo que quiere es también una red social, es mejor que no una las dos utilidades.
No quiere decir que no pueda, pero luego pueden venir consecuencias indeseables 🙂
Un abtrazo amigo
Buenas Oliver.
Pues mira tu que tengo que darte mucha razón en el tema de la democratización de las entrevistas, con un lapsus, o mejor dicho, una matozación: ‘al final el que decide es siempre el de el mismo lado’. 🙂
Lo que tu dice me pasó en la última entrevista que realice yo como candidato. Me entrevistaron y me habian visto el blog, y quien me realizaba la entrevista, hacia menos de un mes que habia leido un artículo sobre ella y visto su perfil.
Ayuda esto a romper la tensión y el miedo a la entrevista, pero no estaría yo tan seguro de que permita conocer un punto débil del entrevistador, porque este puede percibir cierto grado de agresividad en el candidato, de hecho, si comentas algo de su perfil, seguro que lo dejas unos instantes KO, porque le sorprenderás.
Un saludo amigo
Fantastica entrada Jose Luis.
Se me ocurre parafraseando a Otto von Bismarck que «Los amigos de mis amigos son mis amigos» … en principio … como bien decía él.
En cambio los contactos de mis contactos son eso, contactos 😉
Tanto en el mundo 1.0 como en el 2.0, tod@s tenemos amig@s y personas con las que contar y otras que no aunque estén cercanos a nosotros, la diferencia la marcamos nosotros. Todos debemos contar con ello en este mundo virtual, debe ser asumido simplemente.
A las personas no se las debe juzgar y menos por las impresiones que nos reporten terceros 😉
Se nos jusgará por nuestros hechos 🙂
Buen finde a tod@s. Mari Cruz
Hola José Luis:
Totalmente de acuerdo con el planteamiento. Las redes sociales ofrecen muchas ventajas y, a la vez, muchos inconvenientes como el que apuntas, por lo que un reclutador debería saber separar o cotejar la información sea está en el 1.0 o en el 2.0.
Un abrazo
Buenas amiga Mari Cruz.
Efectivamente tanto en el 1.0 como en el 2.0 hay una tendencia a incrementar el numero de seguidores, de followers o de contactos, con la salvedad, y creo que eso es lo que hace peligroso al mundo 2.0, de que están a la vista de todo el mundo.
Es decir, mientras que en el 1.0 cada cual tiene sus contactos y serán mas o menos intensos, son realmente tuyos y nadie tiene porque saber quienes son. En el 2.0, quedan publicamente expuestos.
Es una de las crítiticas mayores que recibe el 2.0. Y con razón. Si la gente fuese objetiva a la hora de analizar los contactos, daría igual. Pero no es ese el caso.
Un abrazo y buen fin de semana amiga 🙂
Buenas Fernando.
La objetividad en un reclutador es fundamental, igual en el mundo que se mueva. Es ciertamente criticable lo del 2.0 en el sentido de que mucha gente lo primero que hace con un contacto es ver quienes son a su vez sus contactos.
Yo por ejemplo en Linked In, nunca he visto quienes son los contactos de mis contactso. Respeto los que tienen y los considero suyos. Otra gente no lo hace y a veces los reclutadores tampoco, con lo cual la objetividad brilla por su ausencia.
Un saludo y buen fin de semana
Hola José Luis,
Ciertamente somos humanos y puedes tener la mala fortuna de que te toque un reclutador poco profesional. Las fuentes 2.0 sirven para obtener información en diversos lugares y hacer una primera valoración, luego se debe tratar con la persona y como apuntas, sacar en la conversación el tema del «contacto maldito» y ver que pasa. A poco que lleves un par de meses en esto de lo 2.0 sabes que muchos contactos no son amigo, ni en muchos casos conocidos y además quizá lo fueron y hoy, simplemente se quedaron en la lista de contactos. Por desidia o por el qué dirán.
Un saludo,
Buenas noches, Jose Luis.
Interesante y actual el tema que planteas.
Coincido en general con los comentarios anteriores: no se puede juzgar a una persona por los contactos que tienes en el 2.0, cuando ni tan siquiera en el 1.0 los que son supuestamente amigos, lo son para siempre ni con la misma intensidad y grado de confianza. En el 2.0, aún menos, porque en la mayoría de los casos estamos hablando de personas que no conocemos personalmente; y dentro de este grupo, probablemente con muy pocos hayamos interactuado , y con aún menos, hayamos intercambiado un cierto grado de confianza real ni conozca nuestras circunstancias reales.
En lo que sí coincido, es que la búsqueda en la red facilita más información, aunque ésta puede beneficiar a las dos partes como también han comentado.
En mi caso, hace pocos años tuve una buena opción laboral alternativa; se quedó en puertas, y con el tiempo, y no deja de ser pura casualidad, descubrí que el reclutador era un buen amigo de uno de mis anteriores jefes; afortunadamente, todo lo que se me preguntó relativo a su organización fue respondido con total veracidad, con lo cual, en este caso sólo pudo favorecerme. Sin embargo, por un hecho fortuito, supe de la conexión entre ambos. Tu artículo me lo ha recordado…
Como todo, cada uno debe valorar su exposición y su sociabilidad tanto en el 1.0 como en el 2.0; ambas son , en realidad, dos versiones de la misma historia, porque detrás se esconde la misma persona; y quien es de un modo en el 1.0, a la larga, por mucho que intente ocultarlo y se invente un perfil, será su propio reflejo en el 2.0. Sólo hay que dejar que el tiempo actúe, y ver quién desaparece y porqué, y quién permanece renovado después de un cierto tiempo.
Un abrazo.
Buenas amigo Enrique.
Te tengo que dar la razón que no me cabe diuda de que muchos de nuestros contactos o son ‘de pega’ o poca o poquisima relación nos une a ellos. Los reclutadores que usan las herramientas 2.0 lo saben pero ahí nace el otro problema ¿cuales son así y cuales no?
Un reclutador experto y objetivo sacaría a colación durante la entrevista el tema, pero no prejuzgaría 🙂
Un saludo amigo
Buenas Begoña.
Lo cierto es que en todo, 1.0 o 2.0 las cosas son muy parecidas. Sólo hay una diferencia y puede que aquí radique la cuestión. En el 2.0 tus contactos están expuestos al público mientras que en el 1.0 no es así. Con lo cual la aparición de nuevos contactos que se quieren vincular de forma poco activa ens más posible que el mundo real.
Es decir, el 2.0 atrae más a ‘moscones’ por asi decirlo que el 1.0
Un saludo
Hola José Luis,
Artículo muy interesante. Aunque me costó reconocer que fuera la verdad. Hablando con una amiga reclutadora en Nueva York me dijo que si pasa porque somos humanos y aunque ella intenta ser lo más objetiva posible, los prejuicios filtran de vez en cuando.
Saludos
Christopher
Buenas amigo.
Pasa, y más de lo que nos creemos. Y es que nadie nos quita de que somos humanos con lo cual los prejuicios están a la orden del dia.
No deberia de ser asi, pero siempre hay una pequeña, por pequeña que sea, una carag de subjetividad, y siempre suele ser negativa además.
Un saludo amigo
Hola,
no deja de ser cierto lo que comentas.. Pero fallos en el reclutamiento de personas hay y seguirá habiendo.
Ejemplo personal: Hace unos años estuve de jefe de compras en una empresa multinacional. Uno de mis subordinados era miembro del comité de empresa. El director de RRHH estaba llamándole a su oficina día si y día también para que le pusiera al dia de los «cotilleos» de la planta.
Al comentarle este hecho, con toda educación, al de RRHH, se enfadó conmigo. Desde aquel dia me la tuvo jurada. Cuando dejé la empresa dió malas referencias de mi.
Moraleja: Pedir referencias a terceros puede acarrear injusticias. La mayoría de las veces se dan en funcion de afinidades pesonales, en vez de competencias profesionales.
Buenas amigo.
Tengo que darte la razón porque a mi me ha ocurrido justo lo mismo que a ti en una ocasión.
Por eso es deseable (que no es mucho pedir) que los reclutadores mantengan una profesionalidad unida a una objetividad correcta. Sino, la verdad es que se están perdiendo muchos talentos que nadan sueltos por abusar de los prejuicios.
Un saludo
Hola José Luis,
Excelente y cierta tu entrada. Voy a aprovechar la estadística para comentarla. El espacio probabilístico son todos nuestros contactos. Ahora bien, hay dos categorizaciones: El discreto y el continuo.
Si el seleccionador 2.0 se queda en el discreto tienes una probalidad del 50% que tu contacto sea ok y un 50% que no lo sea. En este caso, tú puedes tener -potencialmente- un problema pero, lo que si está claro, es que el seleccionador tiene un área de mejora clara, definida y RESPONSABLE.
En cambio, si el seleccionador toma el continuo, la probabilidad es de 1/n. Dado que él realizará diversas llamadas y/o chequeos, si tu cartera de contactos es óptima, el riesgo se minimiza y su trabajo es, a priori, más eficiente.
En fin, hoy me he enrollado un poquito …
Un abrazo,
Agustí Brañas
Buenas Agustí.
Nada de rollo, te he entendio perfectamente.
La cuestiíon está muchas veces en la profesionalidad del proceso de selección.
Claro es que la cantidad de información suele aligerar el tiempo de decisión, pero un exceso de la misma o una mala interpretación de ella, solo deriva en un error y en este caso puede que de funestas consecuencias.
Lo que se debe de buscar siempre es la objetividad como sinónimo de profesionalidad, eso sin duda 🙂
Un abrazo