Depresión, angustia, ansiedad,…, lo cierto es que estas son sensaciones que surgen al leer las noticias consecuencia de esta gran reforma laboral que tenemos y las políticas de años anteriores de dejadez total del mercado laboral. Aquí con tal de decir que hay mucha economía sumergida ya es suficiente cuando realmente la pregunta sería la de ¿qué se hace para que esa economía no esté sumergida? ¿se le ayuda?
Lo cierto es que ver otros países como Austria en el cual su Oficina Comercial busca profesionales en Madrid,como Brasil en dónde se contratará médicos españoles y portugueses en vez de cubanos o que en Qatar hay más de 5.000 puestos de trabajo en un hospital de Qatar vía, produce algo de pena el ver como estamos haciendo el ridículo y somos el hazmerreir de medio mundo.
Yo soy de los que piensa que es necesario hacer un curso de inglés y arrancar para donde sea. El caso es que se ha llegado a un punto donde da igual a que se dedique uno y lo que haya estudiado porque de poco valen. Siempre hemos sido en este país de los de que más vale un amigo que una carrera universitaria y ahora más cuando ni los amigos pueden ayudar.
Hemos estado siempre a la vanguardia de las colocaciones a dedo, pero eso no es lo peor, lo que es peor es que lo traten de ocultar. Ahora ni para esos quedan los trabajos.
Cada día veo más ofertas como las indicadas más arriba y no es que sea de las que las busca, es que ya entran sin querer; aquello de ¡Vente para Alemania Pepe! ya vemos que es mas verdad el decir ¡Vete… para donde sea Pepe! Cualquier país del mundo tiene la sensación uno de que laboralmente no puede estar peor que aquí. Y esto lo hemos ido consiguiendo entre todos, poco a poco hemos consentido que la política del dedismo y el pelotazo triunfase y ahora no nos podemos quejar de nada porque lo consentimos durante décadas.
Cuando España era ‘la tierra prometida’ nos daba igual que un inepto fuese ascendido, alcanzase un puesto directivo o incluso ministro o presidente de un país. Era lo mismo, pero ahora de aquellos lodos vinieron estos lodos. Nuestra dejadez es uno de los factores más importantes por los que ha triunfado la crisis.