Hoy, en una animada conversación con una colega de profesión, surgía el debate profundo sobre si el tener experiencia en varios sectores profesionales abre o cierra puertas a nivel profesional.
Personalmente pienso que los perfiles variados con experiencias en diversos sectores aportan riqueza, experiencia y nuevos planteamientos. En el debate generado esta mañana, mi colega comentaba que ella, si fuese seleccionadora, descartaría para una oferta en una empresa privada a personas que hubiesen tenido algún tipo de experiencia en el sector público. Obviamente, ella asumía que el hecho de trabajar en el sector público suponía querer opositar, algo con lo que yo no estaba de acuerdo, ya que se puede estar vinculado de muchas formas con la administración. Igualmente, es una forma de poder conocer otra área que da diversos puntos de vista y otra visión de cómo desempeñar un mismo puesto en otro sector. Las competencias transferibles son también algo a tener en cuenta. Aquello que se aprende en un puesto, puede ser aplicado en otro tipo de puesto, sin que tengan que coincidir.
De la misma forma, no podemos asumir que un mismo puesto de trabajo en varias empresas del mismo sector es igual, es decir, que cada puesto de trabajo aunque tenga la misma denominación conlleva unas funciones, formas de proceder y de entender su desempeño distinto en cada organización. Por ello, a veces se da demasiada relevancia como requisito imprescindible al tener experiencia en el mismo sector profesional de actividad, cuando el proceder de otro sector distinto puede hacer que se planteen nuevas perspectivas.
Lo que debemos asumir es que la coherencia en el perfil profesional no supone tener todas las experiencias en sector o área homogénea porque la carrera profesional es incierta y se puede empezar de una manera y acabar en lo más inesperado. Los profesionales se deben ir adaptando a las circunstancias del mercado y disfrutar al máximo de todas sus vivencias profesionales. El conocer una profesión desde todos los ángulos posibles da una perspectiva que bien definida puede darnos una ventaja competitiva siempre y cuando tengamos un espíritu crítico y gran dosis de creatividad.
Lo realmente importante es el cómputo global en lo que respecta a experiencia, competencia y asunción que presente cada persona. No importa tanto lo que se sepa o de qué tipo de empresa se proceda sino el como se plante cara a las dificultades. Lo importante no son las circunstancias sino la forma de afrontarlas.
Cada vez más se están borrando las líneas estancas que existían en el mundo de la selección respecto a las generalidades reinantes sobre los perfiles profesionales y las experiencias laborales. La selección debe ser heterogénea y mirar cada perfil de una forma individual, centrándose en lo que piensa la persona, que puede aportar, sus aspiraciones, es decir, no centrarse en datos sueltos. El sector público y el privado son compatibles en lo profesional y cada vez es más necesario conocer mayor volumen de situaciones que nos den otras alternativas de proceder.
La heterogeneidad del talento es buena y nos permite crecer a los profesionales de los recursos humanos. No hay nada imposible en los perfiles y a veces la persona que menos esperas es la que aporta lo que necesita tu organización en esa área. Por ello, en la selección debemos comenzar a plantearnos diversas formas de ver los perfiles y poniendo en duda nuestras máximas para llegar a conclusiones diversas. Debemos tener claro que el talento se manifiesta de muy diversas formas y que lo importante es lo aportado, independientemente de dónde y cómo. El dar demasiada importancia al tener siempre experiencia en el mismo sector puede ser negativo porque quizás haga siempre las cosas de las mismas formas independientemente de la compañía y eso no es recomendable. Se debe tener una mente abierta que nos haga adaptarnos a lo que necesita cada empresa.
Y como última reflexión, si nos encontramos a una persona que ha estado dos años en un puesto de contabilidad con un gran espacio en el paro para tres años más tarde, encontrarnos que vuelve a aportar una experiencia en otro departamento comercial… y tenemos que compararla con una persona con esos dos años de contabilidad, más dos de comercial, más un año de comercial de enciclopedias en dos compañías, más otros dos años de bedel en la administración pública… ¿A quién contrataríamos antes? Al que solo aporta experiencia en el sector o al que se ha buscado la vida para seguir ganándose la vida. Cada caso es muy particular, pero no por ello, hay que dejar de analizarlo.
¿Qué opinas al respecto?
Autor: Juan Martinez de Salinas
¿A quién contratarías antes? http://bit.ly/dQOOWw
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