Aunque os parezca el título un poco lioso, pronto os váis a dar cuenta a que me refiero.
La semana pasada asistí a la presentación de la Tesis Doctoral de mi hermano para coseguir el título de Doctor en Ciencias Económicas y me di cuenta de varias cosas que me llevaron a una conclusión.
Primero os digo lo que observé y luego la conclusión.
Pude observar que la «Universidad» es algo que organizativamente se ha quedado anclado en el siglo XVIII. Protocolos antiguos y desfasados, costumbres completamente «demode» y un formalismo impropio de una organización que presume de ser la cuna de los futuros dirigentes del siglo XXI. El ritual para exponer la tesis me pareció sencillamente innecesario.
Como segundo apunte que pude observar es un alejamiento total de la realidad y del mundo laboral al que nos enfrentamos hoy en día. Mucho catedrático, mucho doctor, mucho articulista de reconocido prestigo, pero nada más alejado de la realidad diaria. Sobre el papel se habla muy bien, pero de ahí a la puesta en marcha va un buen trecho.
La tesis de trataba de la adecuación de la oferta del sistema educativo y los elementos que salen del mismo a la demanda de empleo que existe en el mercado laboral. Sencillamente eso lo podría decir cualquier persona que leyese un poco la prensa diaria.
Cuando llegó el turno de preguntas al «doctorando», un catedrático hizo un apunte que en especial me dolió bastante en el que hacía referencia a la labor del «emprendimiento» dentro de la universidad. ¿Pero existe tal cosa?
Que yo sepa, lo único que genera actualmente la universidad española son afiliados a las listas del INEM, pero se daba a entender en la intervención, que la universidad colaboraba enormemente en fomentar la cultura emprendedora. Sencillamente me quedé a cuadros. (Un apunte, ninguna universidad española está entre las 100 primeras universidades mejores valoradas del mundo).
El gasto en I+D+i es escaso por no decir nulo, la formación especializada es escasa salvo que el alumno se busque el mismo las habichuelas y como suelo decir yo, las facultades y el tiempo que te pasas en ellas es la ocupación necesaria para poder hacer un master, porque para nada más valen.
¿A quién no le gustaría que la universidad sirviese de puente entre el mundo educativo y el mundo laboral? Pero eso no ocurre. De hecho, el mercado laboral condiciona al sistema universitario pero no a la inversa. Que esté sobresaturado enl mercado de licenciados en derecho, por poner un ejemplo, condiciona la matricula futura en esa carrera, pero por ejemplo, que se extienda en el mercado laboral la figura de coaching no hace que se planteen hacer una carrera universitaria al respecto. Siempre la universidad va a cuestas del mercado laboral.
Pues se ofreció al público asistente el poder realizar alguna consulta o interpelación,¡¡ y allá que me fui!! por que decir delante de mi persona que la universidad fomenta la cultura emprendedora me llegó al alma.
Pero cual fue mi sorpresa cuando el ofrecimiento quedó en eso, porque uno de los requisitos de los interlocutores es que deben de ser «doctores» cosa que yo no soy y me tuve que quedar con las ganas de plantear mis dudas. ¿Es que vale menos mi opinión que la de un doctor o catedrático?, para la universidad sí, pero para la vida diaria ya os digo yo que no.
¿Y os preguntaréis que conclusión saqué de todo esto?
Pues una muy clara: la diferencia de clases existe y existirá siempre, y mientras la clase que se cree superior o poderosa (en este caso catedráticos, y en otros ámbitos de la vida políticos, altos ejecutivos, directivos de empresas, …) sigan implantando sus normas de actuación para perpetuarse en el tiempo, esta sociedad no conseguirá crecer como debe. No existe la posibilidad de tratar a las personas como tal. Seguimos siendo números o como digo yo, somnos unos recursos, pero humanos poco.
A toro pasado se ven las cosas de un modo muy fácil, el que se equivoca es que es ciego, pero me gustaría ver las predicciones a futuro de estos personajes. Muchas de ellas nos han conducido a la situación en la que estamos.
La universidad sigue aislada en su burbuja, y si son felices así ¡¡que sigan!! pero que luego no comenten que son la «cuna del saber» de las futuras generaciones. Serán la cuna «de su saber».
Universidad identificada como la cuna de los líderes del futuro. ¡¡Así nos va!!
Muy interesante tu reflexión y una buena forma de expresar una experiencia de la vida diaria… Yo me gradué dos veces y sé que lo dices es cierto, mucha pompa y poca sustancia… La Universidad tendría que empezar a remoldear su papel social-educativo y empezar a pensar en convertirse en el puente que mencionas.
Lo malo es que la culpa la tenemos muchos de nosotros al perpetuar el mismo sistema que luego nos perjudica.
Muy buen post José Luis.
SM
Gracias por tus palabras amigo Senior.
Realmente todos queremos, o por lo menos eso creo, que la Universidad fuese distinta, pero no creo que nadie tenga la intención de perder su parcela actual de poder dentro de ella.
Meter el mundo laboral dentro de la Universidad implicaría una pérdida de su «aura» de intocables a la vez que permitiría abrir las puertas a empresas, donde los empresarios no han visto la Universidad ni de lejos. La sensación de intromisión de los catedráticos sentirían en su coto privado se me asemeja insalvabable.
Cuando todos veamos que es algo necesario y que el fin último es favorecer el desarrollo del alumno avanzaremos algo. Por ahora las empresas que se ofrecen a la Facultades, sólo buscan mano de obra barata, mientras que los miembros de las universidades solo quieren dar imagen para conseguir más matrícula en cursos futuros.
Pero he de reconocer que nosotros también contribuimos a perpetuar estas «insanas» costumbres.
Un saludo amigo
Totalmente de acuerdo, la universidad se ha quedado bastante desfasada. Creo que ya lo he comentado alguna vez, ¿cómo es posible hacer cinco años de empresariales, sin ver delante una factura, un albarán o un pagaré? Pues real como la vida misma.
Muchas veces se ha hablado de la adecuación de la Formación Profesional al mundo empresarial, la realización de prácticas en empresas, pero muy pocas se ha pensado que la Universidad necesita lo mismo, y ni siquiera se ha hecho ningún intento serio.
Por eso, al final y como bien señalas, puede ser el título te puede servir para luego hacer un máster, o como condición necesaria para acceder a un puesto de trabajo, pero no suficiente, sin duda.
Saludos, José Luis.
Pablo Rodríguez
Buenas Pablo.
Lo que dices de empresariales es verdad como la vida misma porque lo vivi en mis propias carnes. Es más yo empecé a trabajar en una entidad financiera al acabar y no tenía ni idea de que era una letra de cambio o un pagaré.
Además lo triste del asunto es que el propio profesorado de las facultades es «tremendamente clasista». Realmente sienten bastante menosprecio por la Formación Profesional y se consideran la élite directiva del futuro. No tinen la mayor parte de las veces con el muno laboral y esta pérdida de la realidad las convierte en como afirmas tu, requisitos para obtener un master, ni más ni menos.
Un saludo amigo Pablo
Hola José Luis,
yo también tuve una experiencia «dolorosa», por no tener el doctorado, en la que trataron de hacerme sentir que yo no era nadie por no estar en ese nivel, como si mis dos carreras no sirvieran de nada..
.la verdad es que en esos momentos te sientes impotente, pero me sirvió para crecer, me doy cuenta de que mi capacidad de razonamiento y de ver la vida es mucho mayor que de la persona que trató de hacerme empequeñecer…
odio ese mundo de hipocresia en el que te dan la palmadita cuando estás arriba y la patada en cuanto pueden, sinceramente, hay demasida gente así
Menos mal, que también hay gente trabajadora y con la cabeza sobre los hombros y se compensa un poco la balanza…
La Universidad española necesita un giro, los planes de estudio no se adecuan al entorno laboral actual. En este siglo, que no hacemos otra cosa que hablar de dinamismo, a la hora de la verdad, no lo aplicamos en la base.
Un saludo amigo.
Patricia.
Un post estupendo.
Suerte que la «cultura emprendedora» está fuera de la universidad, de otro modo no se habría construido un imperio como Inditex, por poner un ejemplo. Cierto que generalizar siempre deja malparadas honrosas excepciones pero suscribo tu opinión, la universidad está tan lejos de la empresa y los emprendedores como la industria del automóvil de ver un «brote verde».
Un saludo.
Buenas amigo Enrique.
Un día he de hacer un post sobre la historia de Amancio Ortega, aunqeu casi me da para hacer un blog solo, porque jugaba a las canicas de pequeño con mi padre, y nación en una casa que le tenía laquilado mi abuela a sus padres, osea que, te diré….
Efectivamente el desapego de la universidad al mundo laboral y sobre todo a la cultura emprendedora es brutal (como dices bien, salvo honrosas excepciones). Si es que como ejemplo yo no conozco a nadie de mi generación, ni de las anteriores y las posteriores que pensará en ser emprendedor al acabar la carrera. Por eso no tenemos una universidad entre las 100 más valoradas.
Me encanta el simil que has puesto, ya que por mucho plan 2000E, los brotes verdes se los han fumado por el camino, jejeje!!!
Un saludo amigo
Buenas amiga Patricia.
Efectivamente se trata de un «ente» anclado en el pasado y con unas normas más que arcáicas y que o eres de «su secta» o no lo eres, por eso que no me extraña lo que me comentas de que te hicieron sentirte mal una vez. Es un claro ejemplo de clasismo social y de diferencia de clases.
Lo que uno debe de tener claro es quein es y como ha llegado a serlo. Ni más ni menos. Si estás agusto como eres y no te tienes que avergonzar de nada de lo que has hecho, nada ni nadie debería de importarte.
Cada uno debe ser cosnciente de que es único y que el entorno es claramente ostil. Con esto no quiero decir que no haya gente realmente interesante por el mundo adelante, pero tengo seguro que son la menor parte.
Es un claro síntoma del individualismo de nuestros tiempos.
Un abrazo