Las nuevas tecnologías no solo han traído la expansión del uso de Internet, socializándolo al máximo como ya contamos ayer mismo en un artículo, sino que han contribuido de forma directa en el mercado laboral, tanto en la aparición de nuevos puestos de trabajo como en la redefinición de las características de los puestos como se conocían hasta la fecha.
Hasta no hace mucho un CM, a la sazón, Community Manager, era prácticamente desconocido en el mundo de la empresa. No es que hoy sea aun demasiado, pero si ya se ha producido el boom de profesionales de estas funciones, aunque las pymes no vena el retorno de invertir en un profesional de esta características. Social Media Manager, Community Manager,…, son algunos de los nuevos puestos de trabajo que nacen al calor de las nuevas tecnologías, los socialmedia y la extensión en su uso.
Pero otros puestos de trabajo se han tenido que redefinir. ¿Alguien se imaginaba hace unos años que desde un terminal móvil, sentado en es sofá podías vivir del trading por ejemplo? Todo el mundo asociaba este tipo de actividad financiera a aquellos ‘locos’ agentes de bolsa todo el día con el ‘compra’ o ‘vende’ colgados de un teléfono.Hoy, aunque existen estas figuras, la reorganización de sus funciones, las particularidades de sus puestos de trabajo, se han visto redefinidas por las nuevas tecnologías. Otra cosa parecida continuando con este ejemplo es el tema del idioma.Un agente de bolsa debía de controlar el tema del idioma si era delos que invertía en mercados extranjeros, Trader Forex, cosa que ahora, con las nuevas tecnologías cualquiera desde su sofá puede invertir en USD o en cualquier otra divisa sin tener conocimiento mínimo de inglés.
A mi modo de ver, son más impactantes los cambios en los puestos de trabajo que ya existían que la aparición de nuevos, ya que mentalmente tenemos asociados a profesionales con sus puestos y verlos ahora, en situaciones completamente diferentes nos descoloca.
Pero ya nos podemos ir acostumbrando porque estos cambios y esta tecnología ha venido para quedarse, con lo cual lo extraño se convertirá en cotidiano.