Sembrando vientos, recogeremos tempestades

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Ayer tuve el placer (entre comillas) de leer un estudio sobre «Carreras & capital humano» en la edición impresa de El País en su sección Negocios del cual os dejo un enlace aquí en su versión digital. La pena es que en esta versión no aparecen los gáficos explicativos que aparecen en su versión física.

Cuando me refiero al placer lo hago por el hecho de que se confirma, muy a mi pesar, varios artículos que publique en este blog en octubre y noviembre sobre el futuro que le deparaba al sector de la formación.

Los presagios se confirman, cosa que no es bueno para profesionales como yo. Pero como se suele decir, «la razón no me la quita nadie» sobre lo que afirmaba en su momento.

Auguraba la desaparición de los perfiles profesionales como el mio, es decir, formadores freelance con una cartera de clientes determinada, pero supeditada a que todos continúen para poder sobrevivir. Añadía que estos clientes que «poseíamos» serían absorvidos por las grandes consultoras de formación, aunque fuera tirando los precios, como forma de romper el mercado y aglutinar una mayor cuota. Lo compensaban mandando a becarios y estudiantes en prácticas a impartir la formación, con lo que cobraban de menos a los clientes se compensaba con lo que pagaban de menos a los «primerizos».

También comentaba que las empresas reducirían a marchas forzadas sus presupuestos en formación cosa que al final será un gran error.

Pues a medida que la crisis se ha avalanzado sobre nosotros, las cosa se ha confirmado tal cual.

Dado que las crisis económicas son cíclicas, las medidas a tomar serán similares a las tomadas en las crisis de 1992 y 2002: congelar las contrataciones, recortar al máximo los eventos corporativos y reducir los bonus de la plantilla vinculados a resultados, los despidos de empleados a tiempo parcial y a tiempo completo. Mediadas más o menos por ese orden correlativo.

Y como no, una de las medidas estrella para afrontar la crisis es el recorte en los planes de formación de los empleados, a pesar de que los directivos han comprobado que no produce ningún impacto positivo en los resultados de las empresas y mucho menos en el compromiso de los trabajadores. Son el chocolate del loro.

El estudio arrojaba unos porcentajes significativos.

Frente a medidas que en el corto plazo eran positivas para las cifras de la empresa como por ejemplo la reducción de plantilla, hay otra medidas que ya ni en el corto plazo dan mejoras sino que incluso producen pérdidas.

Philip Kotler gurú del marketing, en sus tesis sobre las acciones que abocaban al fracaso de una empresa en los tiempos de crisis, situó como las dos primeras la reducción en gastos de márketing (publicidad básicamente) y la reducción en las partidas destinadas a la formación.

Pues como somos animales de costumbres, las acciones se vuelven a repetir pese a que se han demostrado que no son beneficiosas.

Según este estudio de El País, reducir en formación grupal (formación a todos los empleados) supone una caída en los resultados del 16%. Reducir en formación individual, principalmente a directivos (coaching) reduce los resultados en un 14% y reducir la plantilla de puestos directivos (puestos claves) supone una reducción en los resultados del 11%. Mientras, por otro lado, una reducción de la plantilla buscando criteriros de productividad, a corto plazo supone una mejora de los resultados de la empresa del 7% y el dejar de externalizar ciertas actividades de la empresa (marketing por ejemplo) un 5%.

Si es así, y esto se ha repetido en las últimas crisis (1992 y 2002), ¿por qué se vuelven a cometer los mismos errores?

Kotler y otros estudiosos del marketing decían que la formación y la publicidad son algo que es realmente difícil de cuantificar en que medida contribuyen a los resultados de las empresas. Por lo tanto, es lo primero que se tiende a reducir. Y la otra medida, la de reducir altos directivos, creen que por eliminar sueldos altos los resultados mejorarán y ocurre lo contrario, sueldos altos no quiere decir «caros» todo depende en que medidad contribuyen a generar riqueza a las empresas. Puede que sean más «caros» los sueldos de varios obreros sin cualificación.

La falta de formación (indiviudla y colectiva) lleva aparejado una serie de consecuencias incalculables para la empresa:

– Genera desconfianza en los trabajadores.

– Gerera o amplía la falta de compromiso con la empresa.

– Impide desarrollar al máximo el talento que cada empleado posee.

– Promueve la fuga de talentos hacia empresas en las que se les valore mejor.

– Impide la polivalencia funcional.

Todas estas consecuencias se verán en el corto plazo pero sobre todo en el medio y largo plazo, cuando se necesite incorporar a la plantilla a elementos que ya se tenían o que se tienen pero que no se les ha formado para ello. Implicará después un mayor coste de contratación a parte de una lucha entre empresas por captar el talento.

Los líderes de las empresa en tiempos de crisis son los que deben de «tomar el toro por los cuernos». Si tenían unos presupuestos para formación ( o para marketing), su objetivo es que no se vean reducidos. Si las empresas del entorno los reducen y ellos no, se puede obtener una ventaja competitiva interesante y mejor posicionamiento en el sector.

Si nos fijamos en las empresas que han triunfado en épocas de crisis y las que triunfarán en estas, son aquellas que han conseguido mantener los presupuestos para estas partidas, que son realmente inversiones que se verán en el medio plazo.

¿Alguien piensa que Coca Cola reduce la partida de publicidad o de formación por la crisis según el presupuesto que tenía fijado inicialmente?. Puede que no invierta más pero reducrilo seguro que no.

Los líderes están para algo y en buena lógica es en estos momentos cuando deben de analizar las cosecuencias de sus decisiones.

Lo que ocurre es que en este mundo tan competitivo somos unos cortoplacistas y no queremos ver más allá. Como dijo Keynes cuando le criticaban que recomendase el intervencionismo del Estado en la economía para salvarla en el corto plazo porque traería una época posterior inflaccionista:

«En el medio y largo plazo, todos muertos».

¿Puede ser un emprendedor un buen líder?

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La semana pasada asistí en Valencia al «Día del Emprendedor» de la Comunidad Valenciana participando con un grupo de amigos del proyecto Bloguía de Empleo en una ponencia sobre Internet/Búsqueda de Empleo/Cultura Emprendedora.

De vuelta me vine haciendo una serie de reflexiones, cosa que por otro lado suelo hacer, aunque no con la frecuencia que me gustaría eso es la verdad. Y entre éstas, una me lleva dando vueltas unos días y la quería compartir con vovostros: ¿Podemos hablar de la idea de «liderazgo» en un emprendedor (entendido éste como un autónomo o profesional independiente)? Es decir, ¿están reñidos el profesional independiente y el liderazgo?

¿Qué creeis?

Yo creo que en un inicio sí que exite una confrontación de posturas en los dos figuras, pero que pueden acabar confluyendo en la misma dirección. Y voy a intentar razonar mi respuesta.

Un emprendedor, entendido como un autónomo o profesional independiente que se aventura a abrir por su cuenta su propio negocio o actividad, es en un inicio eso, «un profesional independiente».

Si analizamos una definición de líder y liderazgo, por ejemplo:

“Liderar reside en la capacidad de llevar a otras personas a un destino al que no llegarían por si solas”
Joel Barker

Si nos fijamos en la definición la relación con otras personas hace referencia a que deben de existir más sujetos que el propio líder. Y esto no ocurre en la figura del emprendedor (autónomo).

Esté adolece del contacto humano con otras personas que en grupo persiguen el mismo fin. El, y únicamente él, es el que reliaza todo su esfuerzo para llegar a dón el se ha marcado.

Al contrario, el liderar necesita de trabajar con un equipo de individuos con un interés común, con una organización determinada, con una cultura de equipo, …., una serie de factores que el emprendedor individual no puede experimentar.

En este sentido, vamos a ver que caracteriza a las dos figuras.

Al emprendedor

Capacidad de decisión, visión abstracta del entorno (capacidad de ver más allá), afán de superación, proactividad (no dejar que las cosas ocurran por que sí),…. En definitiva, que sea capaz de tomar sus riendas e intentar alcanzar la meta que se haya fijado.

Al líder

Habilidades de comunicación y escucha activa, capacidad de razonamientos justos y asertivo con los miembros del equipo para transmitir los mensajes, saber motivar al equipo, juicio crítico, saber empatizar con los demás,…

¿Son excluyentes? En absoluto. Sencillamente son competencias o habilidades distintas y a la vez complementarias. Es decir, un emprendedor puede llegar a ser un buen líder, de hecho si su proyecto individual crece y empieza a necesitar un equipo humano, sus competencias o habilidades no le llegarán y tendrá que adquirir nuevas competencias para liderar a su equipo. Y viceversa, si un líder se quiere hacer emprendedor, necesitará potenciar habilidades más hacia el individualismo porque un buen «director de orquesta no tiene porque saber tocar un instrumento».

No obstante he omitido una habilidad doble que si es común a los dos, aunque con un objetivo distinto, para el emprendedor perseguir su objetivo y para el líder perseguir el objetivo de su equipo: «la automotivación» y «la autoconfianza».

Las dos figuras necesitan tener unas buenas dosis de autoconfianza y automotivación. El emprendedor debe saber afrontar los problemas de un modo individual, es su proyecto y su empresa, sino sabe darse a si mismo confianza en lo que hace y en sus posibilidades, que excuse de ser emprendedor. El líder tiene que saber automotivarse y confiar en si mismo, dado que uno de sus cometidos es el de generar confianza en su equipo y el de motivarlo. Si no empieza por el mismo, que se plantee dejar de ser líder.

Vamos a ver una escena de la película «12 hombres sin piedad» que particularmente me encanta como ejemplo al tema que estamos viendo, asi como de otros muchos factores de habilidades humanas:

Esta película trata de un jurado que debe de deliberar en un juicio por asesinato. Se pueden observar muchas cosas: Liderazgo (pasivo), trabajo en equipo (fin común), roles, necesidades de comunicación y/o escucha…. En esta escena se ve la actuación del líder (presidente del jurado) y del que podíamos definir como emprendedor (el que discrepa).

El que discrepa esta confiado en sus ideas e intentará mediante habilidades de liderazgo (comunicación, empatía, argumentación,…) convertirse en el líder. El presidente del tribunal, que debería tenerlas, se puede observar como no es este el caso.

Se puede ver el paso de un emprendedor hacia un líder y como evoluciona este proceso a lo largo de toda la película.

En conclusión, un emprendedor puede ser un buen líder y viceversa, aunque probablemente sea más costoso el segudo caso que el primero, dado que las habilidades o competencias a adquirir por el líder están más enraizadas en la forma de ser de la persona, mientras que las necesarias para pasar de emprendedor a líder, están más unidas a formas de actuar, con lo que pueden ser modificadas más fácilmente que las formas de pensar, es decir, es más fácil modificar un comportamiento que una creencia. Pero bueno, ese ya es otro tema.

¿Qué creeís entoces vosotros sobre el liderazgo y el ser emprendedor? ¿Son posibles su convivencia, son excluyentes?

Capacidad de entrega y sacrificio: «El compromiso»

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Hoy me he acordado de una historia que me contaron una vez y que me dejó realmente impresionado, en la que se demostraba en su expresión máxima lo que es la capacidad de entrega y el sacrificio. No se si sería verdad o no, o bien que al ser un niño el protagonista, las cosas se ven de distinta manera.

No obstante, es un claro reflejo de la entrega altruista hacia los demás.

Hace muchos años, trabajaba un voluntario en un Hospital de Stanford y había una niñita llamada Liz quien sufría de una extraña enfermedad. Su única oportunidad de recuperarse aparentemente era una transfusión de sangre de su hermano de 5 años, quien había sobrevivido milagrosamente a la misma enfermedad y había desarrollado los anticuerpos necesarios para combatirla.

El doctor explicó la situación al hermano de la niña y le preguntó si estaría dispuesto a dar su sangre a su hermana. Dudó por solo un momento antes de tomar un gran suspiro y decir: “Si, lo haré, si eso salva a Liz.”

Mientras la transfusión continuaba, él estaba acostado en una cama al lado de la de su hermana, y sonriente mientras nosotros lo asistíamos a él y a su hermana, viendo retornar el color a las mejillas de la niña. Entonces la cara del niño se puso pálida y su sonrisa desapareció. Miró al doctor y le preguntó con voz temblorosa: “¿A qué hora empezaré a morirme?

Siendo solo un niño, no había comprendido al doctor; él pensaba que le daría toda su sangre a su hermana. Y aun así se la daba.

Me acuerdo que cuando me la contaron me quedé ciertamente perplejo.

Diréis porque me he acordado de esta historia.

Se debe a que hoy lei un articulo en la prensa escrita en el que hablaban del «talento y el compromiso dentro de las organizaciones». Y me hice la siguiente pregunta: ¿Cuántos de vosotros actuarías como ese niño si vuestra organización os lo pidiera (salvando lógicamente las distancias)?

¿Es esa la diferencia entre involucración y compromiso?

Como todos los artículos actuales, hablaba de la motivación y de como conservar el talento dentro de las organizaciones, es decir, de lo que se debía de hacer para retener el talento.

Pero también como siempre utlimamente discrepo del artículo. Se sigue tratando al empleado talentoso como algo a retener. Y cuando digo algo, es como me gusta decir, «un recurso», no un humano.

Lo que comentaba el artículo era el hecho de que por el bien de las organizaciones, se debería de conservar el talento. Pero en ningún momento se haciá referencia a las necesidades humanas del empleado. No se contemplaba el hechos de que a lo mejor el empleado la única forma que tenía de realizarse y motivarse era marchándose de esa organización. Se vuelve a la misma historia actual de si somos humanos o somos recursos.

Hoy me he acordado de una historia que me contaron una vez y que me dejó realmente impresionado, en la que se demostraba en su expresión máxima lo que es la capacidad de entrega y el sacrificio. No se si sería verdad o no, o bien que al ser un niño el protagonista, las cosas se ven de distinta manera.

No obstante, es un claro reflejo de la entrega altruista hacia los demás.

Hace muchos años, trabajaba un voluntario en un Hospital de Stanford y había una niñita llamada Liz quien sufría de una extraña enfermedad. Su única oportunidad de recuperarse aparentemente era una transfusión de sangre de su hermano de 5 años, quien había sobrevivido milagrosamente a la misma enfermedad y había desarrollado los anticuerpos necesarios para combatirla.

El doctor explicó la situación al hermano de la niña y le preguntó si estaría dispuesto a dar su sangre a su hermana. Dudó por solo un momento antes de tomar un gran suspiro y decir: “Si, lo haré, si eso salva a Liz.”

Mientras la transfusión continuaba, él estaba acostado en una cama al lado de la de su hermana, y sonriente mientras nosotros lo asistíamos a él y a su hermana, viendo retornar el color a las mejillas de la niña. Entonces la cara del niño se puso pálida y su sonrisa desapareció. Miró al doctor y le preguntó con voz temblorosa: “¿A qué hora empezaré a morirme?

Siendo solo un niño, no había comprendido al doctor; él pensaba que le daría toda su sangre a su hermana. Y aun así se la daba.

Me acuerdo que cuando me la contaron me quedé ciertamente perplejo.

Diréis porque me he acordado de esta historia.

Se debe a que hoy lei un articulo en la prensa escrita en el que hablaban del «talento y el compromiso dentro de las organizaciones». Y me hice la siguiente pregunta: ¿Cuántos de vosotros actuarías como ese niño si vuestra organización os lo pidiera (salvando lógicamente las distancias)?

¿Es esa la diferencia entre involucración y compromiso?

Como todos los artículos actuales, hablaba de la motivación y de como conservar el talento dentro de las organizaciones, es decir, de lo que se debía de hacer para retener el talento.

Pero también como siempre utlimamente discrepo del artículo. Se sigue tratando al empleado talentoso como algo a retener. Y cuando digo algo, es como me gusta decir, «un recurso», no un humano.

Lo que comentaba el artículo era el hecho de que por el bien de las organizaciones, se debería de conservar el talento. Pero en ningún momento se haciá referencia a las necesidades humanas del empleado. No se contemplaba el hechos de que a lo mejor el empleado la única forma que tenía de realizarse y motivarse era marchándose de esa organización. Se vuelve a la misma historia actual de si somos humanos o somos recursos.

La sensación del artículo volvía a ser de que parece que somos recursos y no humanos. Por lo tanto mientras nos sigan viendo así, dudo mucho que se alcance el compromiso de los empleados que tanto desean sus organizaciones.

Señores eruditos en el management, ¡¡olvídense por un solo momento de las organizaciones y acuérdense de las personas, porque en definitiva las personas son las que hacen que las organizaciones funcionen!!.

El cambio llega, ¡prepárate!, aptitudes y actitudes

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A veces, cuando te propones a cambiar algo, o cuando intentas empezar o dejar de hacer algo, el cambio no surte efecto porque lo deseas, no está predispuesto para ello. Si no estas convencido, si no he considerado bien las opciones o no he preparado el terreno para la acción, de nada te vale, ya mejor ni lo intentes, no malgastes recursos en una cosa en la que no estas dispuesto a esforzarte por consegurila.

No es que ni tengas aptitudes para realizar o afrontar el cambio. Sencillamente es que no estás en actitudes de llevarlo a cabo.

Es necesario que lleves a cabo los siguientes pasos para que cualquier cambio sea efectivo:

Eliminar la Negación

La negación es una fase dura, especialmente porque cuesta reconocerla en uno mismo. Debes buscar las pistas en tu comunicación con los demás. Si es así, puede que tengas una actitud negativa y que no la modificarás hasta que veas la necesidad de cambio.

Ponte en la figura del observador

Una vez que has superado la fase de negación, no puedes apresurarte a hacer cambios. Mucha gente cuando lo hace tiene un choque muy fuerte con el comportamiento o la actitud que debe cambiar. Primero hay que hacerse a la idea del cambio.

Planifica las acciones para el cambio

Tienes que considerar tu Plan de acción. ¿Cómo puedes hacer cambios en tu vida? ¿Qué Necesitas? ¿Quién puede ayudarte? No hay que detenerse mucho en esta etapa, tener muchos planes y actuar poco es igual que emprender muchas acciones con poca planificación. Y asegúrate de tener los elementos necesarios para el cambio.

Cambiemos!!

Una vez que has completado las 3 primeras etapas a medida que avances presta atención a lo que ocurre en el cambio, y no te preocupes si fallas. Has aceptado que quieres cambiar, estas conocienciado de ello, posees la actitud y has pensado lo que debes de hacer para cambiar , y planificado esto. Solo queda empezar. Procatividad y esfuerzo en ara de realizar el cambio.

Acostumbrate al cambio

El cambio solo puede afianzarse en la medida que logres mantenerlo con el paso del tiempo. Es posible que retrocedas algunas veces a un paso anterior. Pero es normal mientras se va consolidando tu trabajo. Considera cualquier recaída como parte del proceso a largo plazo por el que se van integrando los cambios a tu vida. El Coaching es una excelente forma de mantener y renovar las promesas de cambio.

PREGUNTAS DE REFLEXION

1.- ¿Crees que necesitas un cambio en tu vida?

2.- ¿En qué crees que necesitas cambiar más?

3.- ¿Cuáles son tus propósitos de cada año nuevo que casi nunca logras cumplir?

4.- ¿En que cosas te pones a la defensiva cuando alguien las señala en tu vida?

5.- ¿Has pensado tener a alguien como un tutor que pueda ayudarte?

Para y escucha la música

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No hace mucho os deje una entrada haciendo referencia a las pequeñas cosas. Y hoy me he acordado el famoso experimento que el Washington post realizó en 2007 con Joshua Bell, considerado por muchos el mejor violinista del momento. Ahora para y escucha la música:

Una bella melodía, un aroma, una imagen, …, cualquier cosa por pequeña que sea y que te llame la atención es lo suficiente para paar un momento en esta ajetreada vida.

En este experimento, Joshua Bell, tocando un Stradivarius de 1710, se situo en la entrada de un metro durante una hora, tocando es precioso violin.

El experimento consistie en grabar durante una hora todo lo que alli ocurría, tambien es cierto que se escogio la hora punta de comienzo de la jornada laboral diaria. Solamente 3 personas en una hora se pararon a escuchar la melodia, y unas 10 depositaron unas monedas en la funda del violín pero sin llegar a detenerse.

El mejor violinista del mundo, con el mejor violín del mundo y ese fue el resultado.

¿Qué ocurre?

La sociedad se ha vuelto individualista, cada uno mira más por sus intereses que por el bien comun, esto hace que nos centremos en nuestro quehacer diario, ensimismados, concentrados, todo lo que nos rodea nos da lo mismo. Cierto es que hay casos en los que si necesitamos centrar todos nuestros sentidos, pero más de 1000 personas pasaron por delante de Joshua Bell sin percatarse de quien era, pero lo que es peor, solamente 3 se pararon aunque fuese unos segundos a escuchar las notas.

¿Nos ha absorvido tanto la sociedad que no nos permite admirar la belleza aunque sea solo un minuto?

El sindrome DDMC (El Día a Día Me Come) está cada vez más de moda. Cada vez nos preocupamos mas de todo y por todo, solamente buscamos satisfacer nuestras necesidades que en la mayor parte de los casos son auto inculcadas por la sociedad que nos rodeas, son artificiales, pero de obligado cumplimiento si quiere formar parte del grupo.

Mi reflexión es, ¿para que quiero ser parte de un grupo y me esfuerzo por ello, si luego mis comportamientos y actitudes son de lo más individualistas?

Realmente nos ha vencido la sociedad actual. Seguimos estando a su merced y seguimos sin pararnos un momento y fijarnos en los pequeños detalles de la vida que la hacen diferente.

Estos son los tiempos que nos han tocado vivir, pero creo que esa en nuestra mano la forma en la que queremos vivirlos.

Un abrazo a todos.

Predicar con el ejemplo….

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Hoy he decidido despues de ver un post en el blog de mi amigo Senior Manager que es el momento de hacer un alto en el camino. Me explico. Siempre me ha gustado daros consejos, mostraros mis vivencias y mis opiniones. Muchas veces incluso he de reconocer que ocurre lo que se conoce como «haz lo que yo diga y no lo que yo haga». Y es por lo tanto el momento de hacer caso a todo lo que he estado publicando ultimamente.

Recientemente os he estado hablando de la atención, de la importancia de los detalles, de como se debe de ser asertivo en el mundo actual, proactivo, como ser optimista y superar los temores, de como debe actuar uno para automotivarse y superar los problemas diarios.

Y he llegado a la conclusión que lo mejor que podía hacer en este momento es «mi propio acto de reflexión». Todo para que no creais que se predica en el desierto, sino que a la vez que publico mis opiniones e deas, también intento fortalecerlas.

He realizado un test da actitudes y comportamientos laborales al que uno mi autoreflexión de mi forma de ser. Probablemente no sea un ejemplo perfecto a seguir, pero lo intento, aunque surjan obstáculos todos los días.

¿Cómo me veo yo y como me dice el test que soy?

Autoreflexión:

Asertivo. Puedo decir que normalmente si que suelo ser asertivo, aunque en ocasiones soy de los que se guarda algo en el tintero porque cree que puede ser algo que dañe a la parte contraria.

Prejuicios. Claramente no. Rara vez manifiesto prejuicios sobre algo de lo que no he tenido conocimiento o contacto. Ahora bien, si soy una persona algo rencorosa, es decir, confio siempre y nunca prejuzgo (casi nunca), pero como una vez se me falle en algo, no hay segundas oportunidades.

Atención. Si. Suelo detenerme alguna vez (puede que no las suficientes) y miro atrás haber lo que he hecho, disfruto de ese momento e intento mirar siempre en lo positivo y ver todo como una posibilidad de mejorar.

Positivo. Como buen gallego contestaría «depende». Hay días que más y otros que menos. Siempre intento serlo, pero a veces las cosas del entorno te desbordan y te entra cierta pesadumbrez y apatía.

Los temores. No suelen desbordarme, ciertemante los suelo ver como una oportunidad de sacar algo positivo. Hay excepciones como todo en esta vida.

Automotivación. Lo intento, y mira que hay dias que me cuesta, pero mi intención es esa. He de reconocer también que hay días que no lo consigo.

Test de actitudes laborales:

Soy una persona que se adapta bastante rápido a los cambios del entorno y me oriento tambien bastante a la obtención de los resultados que se deben de obtener en el trabajo que acometo. Es decdir, me oriento más hacia la consecución de los objetivos que al «con el tiempo todo se consigue». Me adapto rápido a los cambios.

Soy bastante asertivo en el trabajo como lider. Me gusta que se hagan las cosas como yo digo, pero casi siempre desde una perspectiva democrática, es decir, siempre hablando y dialogando con los miembros del equipo, buscando siempre valorar su opinión.

Comienzo y desarrollo bastantes tareas a la vez, con lo que supone que hago demasiado esfuerzo por acaarlas todas y en alguna ocasión puede que no terminen como deberían de haberles dedicado más tiempo. No obstante, suelo acabar todo lo que empiezo.

Mi control emocional es bajo, es decir, soy bastante temperamental, algo que en ocasiones puede generar conflictos. No obstante, como si que soy asertivo, una cosa se compensa con la otra.

Contacto social. Laboralmente me gusta emprender muchas relaciones comerciales aunque no fructifiquen, pero en el ambito personal, soy mas proclive a la apertura de menos relaciones emocionales y mas intensas.

Confianza. Si que soy una persona confiaza en los que le rodean y que sabe delegar tareas. Lo que si, como dije anteriormente en mi procveso de autoreflexión, se cumple qe solo «se me falla una vez».

En las tareas que emprendo, me gusta fijarme en los detalles al principio, pero luego intento convertirlos en rutinas y que no me hagan perder mucho tiempo.

Suelo tomar decisiones con bastante rapidez, sopesando las consecuencias de las acciones emprendidas. Esto no quiere decir que tarde poco en recopilar información para decidirme, sino que, una vez recopilada esta, me decido en seguida.

Visión abstracta de lo que me rodea. Debido a mi carácter bastante positivo, siempre suelo ver las cosas con una perspectiva mayor de lo que la realidad muestra.

Esto, aunque sea rápido, es un reflejo tanto de una autoreflexión propia, como de los resultados aportados por un test de personalida y actitudes en el entorno de trabajo.

Espero que os haya gustado, y como se suele decir, «no hay mejor cosa que predicar con el ejemplo». Yo que siempre os recomiendo cosas, aquí podeís haceros una idea de como soy yo.

Un saludo

Optimismo: superar los temores

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Al hilo del último post pubicado sobre los temores, voy a enfocar este otro desde el punto de vista del optimismo como método de superar temores y miedos.

Os definiré optimismo con este ejemplo:

La palabra crisis en coreano se escribe con dos caracteres chinos. El primero tiene un significado “riesgo”, y el segundo se interpreta como la oportunidad.

Desde este punto de vista, cualquier crisis o problema pude, ser visto en todo momento desde dos puntos de vista muy diferentes: uno optimista, que vera en el problema, la posibilidad de mejorar y como una oportunidad de experimentar un cambio positivo para el. Otro pesimista, que considerará un problema como algo insalvable y como algo perjucicial.

Lógicamente cualquier novedad conlleva la existencia de correr un riesgo, pero debe de ser visto también como la oportunidad de mejorar algo que hasta ese momento no iba «del todo bien».

El pesimista será dominado por los temores, siempre encontrará pegas a lo que hace, en definitiva, antepone el riesgo, el miedo y los temores, ante las oportunidades de mejora. Cree incluso que el esfuerzo de superar los temores no compensa el hecho de que exista una posibilidad de mejora, llegando incluos a hacer que eesta persona no haga nada frente al problema.

Muchas veces, el positivo y pòr lo tanto el optimista es aquel que busca sus propias oportunidades, siendo o actuando de una forma proactiva, enfrentándose a los temores, superando obstáculos y viendo a estos como metas necesarias que se deben de superar para conseguir el objetivo final. El pesimista, cree que este esfuerzo no vale la pena, por lo que sus temores hacen que el problema sea insuperable.

No hay nada malo en no tener éxito: si no logramos lo que nos proponemos, es porque nos espera algo mejor todavía: ¡¡Eso es ser optimista!!

Y por otra parte, el temor no tiene sentido ¿por que temer a algo porque suponga un cambio? Toda posibilidad de cambio es sinónimo de oportunidad de mejora. Esa s la mejor forma de enfrentarse a los problemas que muchas veces son tales, porque nosotros los queremos ver así.

Motivación para el día a día

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Solemos actuar por diferentes motivos. Los factores que parecen fuertes motivaciones, como ganar dinero, carecen de sentido cuando uno se da cuenta de que lo que realmente quieres es tener mas tiempo. De pronto te das cuenta que aquello que habias aparacado cobra más importancia que lo que estás haciendo.Necesitas encontrar una motivación diaria.

Tus metas están claras. Tus creencias son positivas y están bien fundadas y tienes un plan del que puedes sentirte orgulloso. Solo falta la motivación necesaria para cumplir el compromiso que tienes contigo mismo a pesar de los obstáculos que encuentres en el camino.

El término motivación tiene deriva del latín «motivus» que significa movimiento. Todo cambio requiere movimiento, asi que, unido a tus creencias y valores personales adquiridos, (que pueden impulsarlo o frenarlo), la motivación es uno de los elementos más importantes en el recorrido del coaching.

Lo que debes de hacer es perfilar y determinar lo mejor posibles tus motivaciones para que puedas aplicar esa energía a los cambios que quieres hacer.

Márcate un camino

Existen muchas teorías sobre como motivar a la gente, si trabajas en un entorno de ventas o de atención al cliente, posiblemente asocias la motivación con incentivos y metas que hay que alcanzar para recibir premios. Muchas personas se motivan con la combinación de un entorno competitivo Y un atractivo premio, sin embargo, otros son indiferentes a estas técnicas e incuso pueden sentirse desmotivadas con ellas. Esto se debe a que la motivación es un asunto complejo, indiferente con cada persona.

No se puede predecir que funcionara con una persona si no se conoce muy bien la mezcla de necesidades y valores que impulsan y la prioridad que te da. Tu motivación individual es tan única como tus huellas dactilares.

Guiate por tus motivaciones

Ser tu propio coach a lo largo del cambio implica navegar hacia adelante y para hacerlo necesitas un buen mapa o guía. Algunos de los errores mas comunes en el recorrido ocurren cuando no se usa el propio mapa sino el de otra persona. Es posible que tu tengas un excelente modelo que quieras seguir, tal vez un jefe o un colega. Puedes pensar que ese modelo se parece mucho y confías en que sus motivaciones provengan de la misa fuente. Pensaras que, para motivar tu cambio, lo mejor es emplear las mismas estrategias que esa persona. Sin embargo tus resultados son pobres, nunca tan buenos como los de ella. Cuando esto ocurre, te sientes mal y te reprochas por no esforzarte más y por no tener suficiente voluntad.

La verdad es que te encuentras ligeramente desviado de tu rumbo.

Cualquier viajero sabe que es muy fácil perder el rumbo y apartarse del camino. Un viaje exitoso comienza teniendo el destino claro y las herramientas necesarias para mantener el rumbo. Una manera segura de navegar con tus propias coordenadas es utilizar tus motivaciones para crear tu mapa o guía y aprender a interpretarlo con precisión.

Controlar las emociones: «El control emocional»

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El control emocional es uno de los perfiles que se deben de valorar cuando estas realizando un proceso de seleccion de personal para acometer una nueva incorporacion a la organizacion.

Hay puestos que por sus caracteristicas exigen poseer un mayor control emocional, mientras que del lado contrario otros es de al reves, exigen tener una gran locuacidad con lo que se pierde bastante el control emocional y por lo tanto el comportamiento es mas temperamental y visceral.

Esta separacion se liga mucha al tema del «contacto social» que exija el puesto, es decir, de la actividad comercial.

Un puesto eminentemente comercial necesita poseer muchas relaciones comerciales (clientes) y que no necesariamente posean mucha intensidad, no es necesario llegar al grado de amistad. No es necesario un excesivo control emocional.

En el otro lado, aquel puesto mas de directivo, en el que los contactos sociales probablemente sean menores pero exijan ser mas intensos, el control emocional se hace imprescindible.

Como aprender a controlar las emociones

Cuando nuestro interior se encuentra en armonía nos encontramos en paz y tranquilos. Los problemas comienzan cuando nuestra personalidad está fragmentada, cuando pensamos una cosa pero queremos otra, cuando no hay concordia entre cuerpo, mente y espíritu, en este estado tendremos dificultades continuamente. Si somos capaces de controlar nuestro estado interior, experimentaremos esa armonía y nuestra personalidad dejará de estar fragmentada. Al no haber lucha interior tampoco habrá conflicto, estaremos preparando el camino para convertirnos en personas íntegras y dondequiera que nos encontremos y cualesquiera que sean nuestros problemas, seremos capaces de resolverlos.

El estres de la actividad frenetica comercial, hace muchas veces que se produzca esta fragmentacion que deriva en una perdida del control de las emociones.

Aprendemos a controlar las emociones cuando nos damos cuenta que suceden. Generalmente experimentamos una emoción sin darnos siquiera cuenta de lo que nos está ocurriendo, sencillamente vivimos la emoción y nos dejamos llevar por ella, terminando por embargar todo nuestro ser; por ejemplo,sentimos ira y la manifestamos, pero no somos conscientes de que la tenemos en ese momento; simplemente la dejamos salir, sin ningún otro planteamiento.

Según vamos siendo más conscientes de lo que nos ocurre, nos va resultando más fácil influir sobre ello.

El control emocional lleva consigo un recorrido por una serie de niveles, de menor a mayor grado de conciencia:

• En un primer nivel experimentamos la emoción sin ser conscientes de ello.
• En un segundo nivel nos damos cuenta de que nos encontramos en ese estado emocional aunque no somos capaces de controlarlo.
• En un tercer nivel experimentamos la emoción, pero ya somos capaces de no manifestarla al exterior.
• En un cuarto nivel sentimos que tenemos la emoción, pero el padecimiento por ella es mucho menor.
• Por último, aprendemos a no experimentar la emoción en la misma situación.

Además, debemos tener en cuenta que nada dura eternamente, las circunstancias que nos’ producen estados emocionales adversos no duran eternamente, tienen una duración limitada, por lo que obligatoriamente volverán tiempos mejores.

La superacion como una motivacion

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La superacion debe de entenderse como aquellos actos o conjuto de actos encaminados a mejorar, o salir de la situacion que uno se encuentra. Esa es la motivacion, la «mejora» con lo que nos motivamos para poder hacer lo que hasta ahora no habiamos hecho y sacamos nuestro espiritu de superacion.

Superacion es optar a alcanzar lo que no hemos conseguido antes, o bien entendido como el acto de querer ir mas alla de lo conseguido.

Son dos concetos unidos desde su raiz. El afan o espiritu de superacion es realmente la motivacion o el resorte que hace saltar a esta.

Te quieres superar, porque estas motivado para ello. Nunca se uede conseguir la superacion si no se produce la motivacion que surja con ese motivo.

Os dejo aqui unas reflexiones sobre la motivacion y el afan de superacion que espero que os gusten.

“Si alguien va cuesta abajo, no necesita motivación para ir más rápido. Lo que necesita es educación para cambiar su destino”.

“La educación formal le permitirá tener una vida decente; la auto educación le permitirá ganar una fortuna”.

“El aprendizaje es el inicio de la riqueza. Es el inicio de la salud. Es el inicio de la espiritualidad. Investigando y aprendiendo es donde todos los procesos milagrosos empiezan”.

“Cuando asistas a clases, asegúrate de obtener información. Lo que pienses sobre esa información es su responsabilidad. Lo que vaya a hacer con ella pronto será su responsabilidad. Pero mientras está allá, asegúrese de obtenerla. De hecho, mi consejo es: ¡No salga de la clase sin ella!”

“Nunca se arrepienta del dinero invertido en su educación”.

“Si asciende en su curva de aprendizaje. Muy pronto tendrá más respuestas de las que necesita”.

“Tu vida cambiará cuando tu cambies”.